El Agilismo, una filosofía para ser mejores.

En este texto te vamos a contar qué es el agilismo, cómo implementarlo y qué beneficios trae para tu organización.

 

Empresas como Google, Amazon, Netflix y Airbnb, entre otras, han revolucionado el mercado en los últimos años, hasta el punto de entrar en las listas de las compañías más rentables del mundo. ¿Y sabes por qué? Resulta que parte de su éxito se debe a la implementación de metodologías ágiles, o cómo también lo llamamos Agilismo.

Una estrategia que nació en los años 90 y que a principios del 2000 se empezó a aplicar en el mundo de la ingeniería de software, donde se reunieron una serie de destacados desarrolladores y elaboraron el Manifiesto Ágil con 4 premisas principales. Pero recientemente estos métodos se han extendido a diferentes áreas de la organización, para hacer más ágil, valga la redundancia, cada uno de sus procesos internos y externos.

Es así, que cuando aplicas el agilismo en tu compañía, obtienes estos beneficios:

  • Optimizas tiempos de trabajo por sus prácticas más agiles.
  • Creas equipos de trabajo interdisciplinarios con opción de toma de decisiones más rápidas.
  • Mejoras el clima laboral, ya que promueves el trabajo en equipo y las relaciones personales entre colaboradores de distintas áreas.
  • Realizas mediciones y mejoras en tiempos cortos de los proyectos, minimizando así el margen de error en la entrega final de los mismos.
  • Creas mejores experiencias para tu usuario o cliente final, algo que está sobresaliendo en el mundo organizacional de este siglo XXI.
  • Se rompen los silos y la comunicación es mucho mejor.
  • Se desarrollan habilidades T. Es decir, por la forma de organizarse, los colaboradores desarrollan habilidades que no son suyas y acaban aprendiendo cosas de múltiples campos.
  • Todos los componentes del equipo entienden la globalidad del proyecto y trabajan juntos para conseguir generar valor para el cliente.

Como puedes ver, en el agilismo priman las buenas ideas en lugar de los métodos. Las personas sobre los procesos. Se busca encontrar algo que funcione y sea efectivo, en vez de seguir al pie de la letra un manual o una estructura jerárquica. Los equipos ágiles son auto-gestionados, es decir que colaborativamente toman las decisiones en lugar de una sola persona que “gerencia” el proyecto.

 


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Imagina tu compañía como una organización donde no son necesarias las estructuras, donde los equipos se arman y desarman en función de los proyectos, donde la innovación es parte del día a día y no algo que se debe poner en los objetivos para que sea importante, una empresa que entrega soluciones con una altísima frecuencia a sus clientes y donde el error no se castiga, sino que se premia. Así sería si decides implementar el agilismo como una estrategia principal en tu compañía.

Ahora bien…¿Cómo implementarla en tu organización?

Para implementar las metodologías ágiles en tu compañía pueden seguir esta serie de consejos:

El agilismo

  • Identifica tus objetivos comerciales: Es vital identificar y enmarcar los objetivos de tu compañía. Debe haber una visión clara de cómo se espera que la nueva metodología ayude a los equipos interdisciplinarios que se formarán a raíz de esta nueva forma de trabajo.
  • Analiza la cultura de tu organización: Uno de los elementos clave para la transformación ágil es tener la base adecuada: una organización y cultura idónea que no tema a los cambios. También puedes leer nuestro texto La cultura es el ADN de la organización.
  • Determina el impacto potencial en tus clientes: Es crucial identificar cómo la implementación del agilismo beneficiará a tus clientes, cómo este cambio ayudará a tu equipo a cumplir mejor con los requisitos y necesidades de tu cliente final.
  • Solicita la ayuda de los líderes de tu compañía desde el principio: El cambio a un nuevo enfoque de gestión de proyectos es un paso importante que afectará a los procesos, las personas y la forma en que se utilizará la tecnología. Involucra a los líderes y expertos de la organización desde el principio. Esto es vital para el éxito de la estrategia.

Finalmente recuerda, el agilismo es más que una receta para llevar a cabo una tarea, es una filosofía. Somos ágiles cuando desarrollamos la capacidad de adaptarnos a los cambios y sacar la mejor oportunidad sobre ellos.

Thomas Edison dijo una frase que encierra todo lo que queremos enfocar con esta nueva forma de gestionar las organizaciones, “No he fallado. Simplemente he encontrado 1000 formas que no funcionan”.